martes, 31 de enero de 2017

BAJANDO POR EL BARRANCO...(11)


El Club Deportivo Mensajero volvió a perder después de casi dos meses un partido en el que bien pudo, y debió, llevarse los tres puntos en juego ante la Sociedad Deportiva Leioa en el Silvestre Carrillo.


Esta vez no hubo sorpresas en la alineación de Jaime Molina. Tres novedades con respecto al último partido jugado en casa. Dani Hernández sustituyó en el lateral derecho al sancionado Gabi Ramos, y lo hizo tan bien que fue el más destacado de la defensa y uno de los mejores del partido. En el centro del campo pudimos ver a Kamal, que jugaba por primera vez en el Silvestre Carrillo y tuvo una buena actuación, demostrando que 'mezcla' bien con Rayco. Y en la delantera, Nacho Rodríguez volvía, con muchas ganas y un gol, a la titularidad en lugar del 'tocado' Ale González.


La entrada de espectadores fue tan pobre como siempre, pero los que fueron se hicieron notar más que nunca. En el primer minuto de juego, el delantero centro cántabro veía adelantado a Ángel, -el abucheado portero visitante-, y lanzaba desde el centro del campo, perdiéndose el balón por encima de la portería. El 'Mensa' había salido enchufado y se dejaba notar en esa optimista intentona de Nacho. Acto seguido y tras sacar de puerta, un balón largo y 'peinado' llegó a Xesc, el '11' del Leioa, -extremo izquierdo y por lo que se pudo ver su jugador más peligroso, por rápido y por desequilibrante-, que superaba en velocidad a Moreno y remataba, de primeras y con la zurda, ajustando al palo largo de Ione, que no podía hacer absolutamente nada para evitar que los visitantes se adelantaran en el marcador. Apenas se habían cumplido dos minutos de juego y el Leioa ya mandaba, en el marcador, porque en el juego sería otra historia. El 'Mensa', doblemente espoleado, primero por los precedentes de este partido de la temporada pasada, y segundo por este mazazo recibido, se rehizo y dominó la primera parte de cabo a rabo como un servidor no le había visto hacer a lo largo de toda la temporada. El equipo de Jaime Molina fue un auténtico vendaval desde el 0-1 y hasta que el árbitro señaló el camino a los vestuarios. Especialmente en la primera media hora de juego, los roijnegros dieron un auténtico recital de fútbol ofensivo. Intensidad brutal en la presión, velocidad de vértigo a la hora de mover el balón, ayudas, repliegues, brillantes jugadas individuales, magníficas combinaciones colectivas y remates.


Rayco hizo un partido espectacular, y a su habitual sacrificio defensivo le sumó mayor aporte ofensivo que nunca, pareció como si la ausencia de Portilla le hubiese liberado, adquiriendo más protagonismo en la creación de juego y entendiéndose bien con Kamal. El nuevo fichaje demostró haberse adaptado rápidamente y ser un futbolista muy dinámico, de los que juegan con la cabeza levantada, de ida y vuelta, conduciendo bien el balón, buscando siempre la mejor opción de pase y metiendo la pierna cuando era necesario, descubrimos a un centrocampista completo. Juanda, que volvía a ser titular en casa tras ver la última victoria desde la grada por acumulación de tarjetas, volvió a ser incansable por su banda. El capitán Yeray Pérez dio muestras de un gran sacrificio y movilidad, cayendo a las dos bandas indistintamente, en ocasiones jugando por detrás del punta, y por momentos quedándose como hombre más adelantado. Nacho Rodríguez volvió a hacer un derroche de sacrificio, siendo el primero en la presión e insistiendo cuando se veía superado, muy activo, constantemente buscando huecos y peleando por todos los balones. Y para el final dejamos a Álex Cruz, que dio un auténtico espectáculo y demostró, ayer más que nunca, porqué fue futbolista de Segunda División durante dos temporadas. Se 'hartó' de conducir el balón, de dar buenos pases, de regatear y de disparar con precisión. Fue objeto de innumerables faltas, no todas pitadas, e incluso provocó dos tarjetas amarillas. Una exhibición de velocidad y desequilibrio, estuvo eléctrico. En una palabra, lideró el ataque del Mensajero. Fue el mejor de los 22 que saltaron al principio y de los 27 que jugaron al final.


En una de esas llegó el empate del 'Mensa'. Corría el minuto 24 cuando precisamente el grancanario, desde la parte izquierda, tocaba para Rayco, que estaba en la frontal, este cedía de primeras a la derecha para Kamal, el nuevo fichaje encontraba a Yeray, que, entrando por la parte derecha, amagaba con adentrarse y disparar, pero acababa metiendo un pase en profundidad hacia la línea de fondo, por allí aparecía Dani Hernández, que tras una cabalgada espectacular, en su nueva faceta de carrilero, la ponía al primer palo, Nacho Rodríguez se adelantaba a sus marcadores y ya dentro del área pequeña la cruzaba de primeras poniéndola lejos del alcance de Ángel. Tal vez, el mejor gol de la temporada en jugada colectiva. Antes había tenido el 'Mensa' una doble ocasión, por medio de Juanda con un chut potente y raso y de Álex Cruz en el rechace de este, ambas ocasiones abortadas por el portero vasco, que fue el mejor jugador de su equipo y el más decisivo del partido. El propio mediapunta grancanario, que posiblemente hizo su mejor partido por el hecho de jugar más liberado en lugar de pegado a la banda, también tuvo un lanzamiento de falta directa brillantemente desviado por Ángel. E incluso un disparo desde la frontal que tras tropezar en un defensa acabó en las manos del cancerbero rival. Antes del descanso, Ione salvaba el segundo en un rechace tras un córner, a disparo de Capó, en la única llegada del Leioa en toda la primera parte aparte del gol.




En la segunda parte los nuestros bajaron el ritmo, como no podía ser de otra manera, los visitantes se estiraron mucho más y sufrieron mucho menos, pero aún así el Mensajero fue el que llevó el peso del juego. Eso sí, apenas había comenzado la segunda parte cuando Óscar, el '9' de los vascos, marcó el que probablemente haya sido el gol de su vida, con una sutil rosca desde fuera del área que se coló por la escuadra más lejana de Ione. El meta grancanario, sin duda sorprendido por lo rápido y lo preciso del lanzamiento, se quedó clavado, tal vez pensando incluso que se iba fuera, porque el ariete norteño disparó de primeras, sin control previo, ligeramente escorado y bastante alejado. Siguió el 'Mensa' a la carga, a otro ritmo, pero acercándose constantemente a la portería de Ángel, que era defendida con uñas y dientes por los zagueros vizcaínos. A falta de 25 minutos para el final, Yeray dejó su sitio a Vianney, que hizo todo lo que pudo en ese tiempo por llevar a los suyos a la igualada; conduciendo, buscando pases en corto y en largo, bajando incluso a la altura de la línea defensiva rojinegra para sacar el balón jugado. Y cinco minutos después, Dani Hernández, extenuado, dejaba su lugar a Ale González, en un intento desesperado de Jaime Molina por revertir lo que luego sería irreversible. El máximo goleador del equipo estuvo activo y peleón, como siempre, e incluso disparó en un par de ocasiones a puerta sin fortuna. Llegando al final del tiempo reglamentario, Ione volvió a realizar una gran parada tras un disparo lejano de un equipo que chutó cuatro veces e hizo dos goles, que sufrió lo indecible en la primera parte y tampoco mandó en la segunda, pero que demostró ser contundente en defensa y eficaz en ataque, y por qué no decirlo, tener la suerte de los grandes, factores todos que le han llevado, ya después de sumar estos tres puntos, a la segunda plaza de la tabla clasificatoria.


Tras la conclusión de esta jornada, el Mensajero sigue un punto y un puesto por encima de las posiciones peligrosas, si bien es cierto que debe empezar a sumar ya en casa de tres en tres, porque tiene a los dos equipos que le preceden muy cerca en lo que a puntos se refiere.


El próximo domingo, en el Fernando Torres de Fuenlabrada, nueva oportunidad. Esperemos tener la suerte que faltó esta jornada y contar que no sólo hemos podido empatar, sino ganar...