viernes, 29 de agosto de 2014

LA CATEDRAL DE EUROPA


El nuevo estadio del Athletic Club de Bilbao, San Mamés Barria, está de enhorabuena. Fue inaugurado hace casi un año, en fase de construcción. Y a lo largo de la pasada temporada 2013/2014 y al tiempo que se iba acabando de levantar este templo del fútbol mundial, se empezaba a cimentar un equipo que le iba a devolver la gloria, muchos años después, a un club que se la trabaja como pocos. El 5 de mayo, el conjunto bilbaíno escapaba del purgatorio que ocupan la mitad de los equipos de la liga, los que están en tierra de nadie, sellando su clasificación para la ronda previa de La Champions League 2014/2015. Con una rotunda victoria por 0 a 3 en Vallecas, finalizaba la campaña a las puertas del cielo. 


Y para que el Dios del fútbol se las abriera, necesitaba la bendición de otros dos santos: San Paolo, capo de Napoli y San Mamés, lehendakari de Bilbao. El primero, residente en una nube napolitana, los citó el pasado viernes para que, sobre suelo italiano, empezaran a confesarse. El segundo, que mora en una estrella bilbaína, los mandó a cumplir penitencia anteayer en la capital vizcaína, antes de decidir cuál de los dos merecía ser beatificado. En el enfrentamiento de ida, los rojiblancos pegaron primero -que ya se sabe que es pegar dos veces- por medio del Bart Simpson del fútbol español, Iker Muniaín. Los celestes respondieron después por parte del eterno castigador de los vascos, Gonzalo 'El Pipa' Higuaín (9 goles en 11 partidos). Se había acabado la primera batalla, pero faltaba el segundo asalto. Sin embargo, el Athletic partía con una ventaja, la de haber marcado en campo contrario (1-1). O mejor dicho, con dos, porque la otra estaba repartida entre las más de 50.000 gargantas que llenaban La Nueva Catedral para la vuelta. 


Por eso, después de una primera parte en la que el marcador no se movió, el Nápoles salió tras el descanso con tantas urgencias, las que le llevaron a inaugurar el electrónico en el minuto 3. Y por eso, Hamsik se volvió tan loco en la celebración. Seguían 'perdiendo', pero por menos. En ese momento, las matemáticas decían que los italianos cobraban ventaja en la eliminatoria y que estaban clasificados. Pero el fútbol, gracias a Dios, no es matemático, ni físico ni químico. Todavía había una desventaja que tenían que (intentar) salvar los de Benítez. Lo sabían los del sur de Italia y lo sabían los del norte de España. Estos contaban con una baraja de ases en la manga, los que ocupaban cada una de las localidades rojas y blancas de su coliseo, quienes harían de ese miércoles de la Semana (más) Grande de las fiestas la fiesta más grande de la semana. Porque así de mágico es ese estadio. A los visitantes, una vez más y como siempre, no les permitieron venirse arriba. A los locales, esta vez más que nunca, los obligaron a salir de abajo. Y así, con la suerte que sólo encuentran los que la buscan con fe, Aritz Aduritz puso por delante a los de Valverde robando un balón imposible entre el último defensa y el portero. Era su segundo tanto de la noche. Antes, había empatado el partido y la eliminatoria. Después, Ibai Gómez daba la puntilla con el 3 a 1 definitivo. Y el Athletic, a La Champions





El único club del mundo con una filosofía diferente al resto: sólo juega con los de la tierra. Y otra singularidad: monopoliza su ciudad. Si eres de Barcelona, probablemente seas del Barça, pero tal vez del Espanyol. Madrid se divide entre Real y Atlético. Los canarios tenemos al Tenerife y a Las Palmas, aunque un gran porcentaje de los que somos de las islas no capitalinas repartimos nuestros afectos entre los tres grandes de La Liga. Y así pasa con el resto de ciudades y regiones del territorio nacional. Pero en Vizcaya, no. Si naces en Bilbao, eres del Athletic. Así de simple. Desde pequeñito te hacen socio, te enfundan la rojiblanca y te llevan a San Mamés. Y de la mano de tu aita, vas a ver cómo once tíos que pueden ser vecinos tuyos, y que como mínimo son paisanos norteños, se dejan la piel por un escudo que impone como pocos: el del único club no multimillonario que ha jugado siempre en Primera División. El segundo que más Copas y el cuarto que más Ligas tiene. Un grande. La liturgia se repite cada 15 días. Puede que con la familia, o puede que, ya mayorcito, con los colegas tras unas rondas de pintxos y kalimotxos. Pero con el mismo espíritu; ir a La Catedral con los colores de los bilbaínos, cantar el himno a pleno plumón mientras lucen su bufanda y su bandera y dejarse la garganta y hasta el último aliento para ayudar a su equipo a que siga haciendo de ese estadio un fortín inexpugnable, el único del fútbol español con la inigualable atmósfera del inglés. Y así se consigue, 16 años después, clasificarse para la competición de clubes más grande que existe, La Liga de Campeones.


Nunca podré olvidar mi primera (y última) vez en La Catedral, la vieja. Me siento muy afortunado de haber vivido ese pedazo de historia del fútbol antes de que pasase a ser sólo un gran recuerdo. Fue el 4 de mayo de 2008, en un Athletic 1 Mallorca 2. Llorente marcó para los vascos y Güiza hizo los dos de los baleares. Estos datos los he tenido que buscar en la red. Sabía que habían perdido los locales, pero no recordaba el resultado exacto ni los goleadores concretos. Sólo que el jerezano había 'mojado', pues ese fue el año en el que se consagró en La Eurocopa, previa consecución del trofeo Pichichi. Pero lo que sí recuerdo nítidamente es el ambiente del antes, el durante y el después del partido. Primero, el espectáculo del himno cantado en euskera, del que no entendía nada, pero me encantó cómo sonaba, al tiempo que la hinchada ondeaba sus ikurriñas y agitaba sus bufandas rojiblancas; acto seguido, el recibimiento a Carlos Gurpegui, que volvía tras su larga sanción; y por último, la animación que se vivió durante toda la noche. Creo que de ninguna afición y en ningún estadio, nunca, sentí tanta envida sana en un campo de fútbol. Te daban ganas de ser de allí...


Hace poco leía una entrevista a Julen Guerrero, leyenda viviente del Athletic, icono de La Selección en los '90 y merecedor como ninguno del apodo de 'Rey León', en la que el antiguo mediapunta declaraba acerca del nuevo estadio: "Si lo hubiésemos hecho para 200.000, también lo llenaríamos". Y yo lo creo. Porque en el botxo son así. Todo a lo grande...


Ahora tengo la ilusión de ir a verlo in situ. Una vez acabada, la casa de 'Los Leones' ha sido cataloga por la UEFA como estadio 5 estrellas. Este es más grande y más bonito, pero conserva la magia del antiguo San Mamés porque...



¿Alguien puede ver estas imágenes y no emocionarse mínimamente? ¿No alegrarse algo por esta gente? ¿No sentirse aunque sea un poquito del Athletic...? 




Ya no es sólo La Catedral de Bilbao. Ni tan siquiera la de todo el Fútbol Español. Ahora es La Catedral de Europa.


San Mamés Barria:
¡Zorionak a tu afición! ¡Eskerrik asko por tu fútbol!


©Miguel Pérez Duque 2014 Todos los derechos reservados.

miércoles, 27 de agosto de 2014

CRÓNICA DE LA JORNADA 1


Las 'crónicas de la jornada' se referirán a lo más destacado que haya pasado la semana anterior en el fútbol, pero no sólo a los resultados ni tampoco a todos los resultados. No puedo ver todos los partidos y por eso tampoco analizarlos uno por uno. Pecaré de poco original, pero hay que ofertar lo que se demanda y vivimos en un país bipolar. Un polo es el Barça y el otro polo es el Madrid. Por suerte para el fútbol y los futboleros de bien, los que amamos al balón por encima de nuestros escudos, la temporada pasada, y después de muchos años, apareció una tercera vía: el Atlético de Madrid. No sólo volvió al lugar que le corresponde por historia, por plantilla y por presupuesto hace un par de temporadas, el 3º, sino que además el año pasado, contra todo pronóstico, se convirtió en el ganador de la competición de la regularidad. Así que con todos los respetos que merece el campeón, este será, junto con Barça y Madrid, el equipo a analizar. Aunque huelga decir que comentaremos cualquier hecho, anécdota o resultado destacado con el que nos sorprenda el fútbol español. Lo haremos, como mandan los cánones, en el orden en el que acabaron la temporada pasada, que además es el alfabético: 1º Atlético, 2º Barcelona y 3º Madrid. (Cuando sea una jornada con partidos de selecciones, analizaremos lo que haya hecho España.)


ATLÉTICO DE MADRID: Pensamos en que el actual campeón debutó en el campo de un equipo que lucha por la permanencia sin conseguir pasar del empate a cero y automáticamente pensamos que 'pinchó'. Pero yo no tengo muy claro que empatar el primer partido de liga en un campo de las dimensiones de Vallecas, contra el Rayo de Jémez (cuarto equipo con más posesión de Europa la temporada pasada), con medio equipo titular nuevo y viniendo de un intensísimo doble duelo contra el Madrid del que salió victorioso, sea pinchar. El Cholo está construyendo un equipo seminuevo, al menos en lo que al once titular se refiere, y visto lo que se vio en la Supercopa, va por buen camino. Y no hay que olvidar que fue el único de los tres aspirantes que abrió la liga fuera de casa. Claramente el que tenía el partido más complicado. Así que los resultados de sus rivales fueron lógicos y el suyo diría que también. Creo que los colchoneros fueron superiores en la primera parte, disfrutaron de un par de buenas ocasiones en las botas de Mandzukic (el otro día héroe, esta vez villano, así es el fútbol) y no definieron. En la segunda parte acusaron el cansancio y ante un equipo con las ideas tan claras como los franjirrojos, que jugaba en casa y que en la primera jornada no tenía nada que perder, se vieron superados. Los vallecanos tampoco concretaron, así que 0-0 y empate justo. Pero que nadie se olvide de quién ganó la última liga. Así que mucho respeto, que se lo han ganado...


BARCELONA: Vaya por delante que esto acaba de empezar y el Barça no ha hecho sino ganar, con bastante facilidad, eso sí, a uno de los equipos cuyo objetivo es salvarse del descenso. El año pasado se abrió el telón de la liga con un 7-0 en el Camp Nou contra el Levante y ya sabemos cómo acabó esa película...Así que, a la espera de Luis Suárez, sin querer sacar conclusiones precipitadas y sin ver a seguros campeones de liga ni a potenciales estrellas del fútbol en un sólo partido, si que hay algún que otro cambio/progreso a destacar. Por primera vez desde que se fue Milito, el Barça vuelve a tener un central zurdo. En realidad uno en el campo y otro en el banquillo, Mathieu y Vermaelen respectivamente. Ya no es sólo el hecho de tener un central específico (Mascherano y Abidal han sido mediocentro y lateral reconvertidos), sino el ganar una opción más de salida de balón, con la importancia que eso tiene en Can Barça sea quien sea el entrenador, que dicho sea de paso, a mi modo de ver es el fichaje culé más ilusionante de esta temporada. Además de eso, hemos visto un cambio bastante radical en Messi, que esperemos que no sea flor de un día. Goles siempre ha metido; buenos, bonitos, importantes y con una facilidad insultante. La noticia es verlo correr, participar, aparecer...JUGAR. Y por último, y este es mi progreso favorito como aficionado al fútbol y como culé, está lo del tiro a puerta desde fuera. El Barça de los últimos años ha pecado en exceso de 'marear la perdiz' y dar la sensación de querer meterse con el balón hasta el fondo de la portería. Incluso el de Guardiola, aunque este era tan escandalosamente superior a sus rivales y goleador, que poco o nada se le notaba. Y ahora, con Luis Enrique en el banquillo, Xavi fuera del equipo titular y Rakitic llevando la manija en la medular , tiene un chutador de media distancia que no se lo piensa y que no se veía desde quién sabe cuándo...Y otros lo están secundando, porque ¿alguien recuerda a Iniesta, en un partido claramente dominado, con empate a 0, en la primera parte, chutando desde 25 metros y CON LA ZURDA? Lo que habrá tenido que 'comerle el coco' el asturiano al manchego para que esto sucediese... Por cierto, al larguero. Luego, los dos golazos de Messi no son noticia y el gran debut, gol incluido, de Munir no lo quiero sobrevalorar. 3-0 más que justo, jugando casi toda la segunda parte con uno menos. ("Prefiero encajar un gol y seguir con once que quedarme con diez y el empate a 0", recadito del míster a Mascherano). Démosle tiempo al tiempo, pero algo está cambiando y esto pinta bien....


MADRID: En el Bernabéu se vio uno de esos típicos encuentros de comienzos de temporada en el que ninguno de los dos juega demasiado y por lo tanto gana el que tiene más calidad. Por supuesto, esto antes que nada es un halago para el Córdoba. Que un recién ascendido se plante en el estadio de todo un Real Madrid, esté metido en el partido hasta el último minuto, con alguna opción de empatar y acabe perdiendo por un escueto 2 a 0, es algo digno de alabar. A los franjiverdes no se les puede pedir más. No vale lo mismo para el Real, que parece haber perdido algo de gas desde el primer partido oficial de la temporada hasta el primero de la liga. En aquella ocasión, fueron claramente superiores a un duro rival como el Sevilla y se hicieron merecidamente con la Supercopa de Europa. El otro día, no siguió un patrón de juego claro, no acabó de dominar y se impuso por dos detalles puntuales. Kroos la puso como la ponen pocos y Benzema, que no destaca precisamente por ser un gran rematador, conectó un cabezazo imparable. Cuando el partido ya agonizaba, Cristiano Ronaldo el de siempre, se sacó un derechazo desde más de 30 metros que botó antes de llegar a puerta y se hizo imposible para el meta cordobesista. Pero claro, resulta que estamos hablando del Campeón de Europa, que además se ha reforzado este verano convenientemente. Y por fin, con las salidas de Diego López y Di María, parece que recuperará la paz institucional. Con los jugadores que tiene, seguramente serán el conjunto más goleador de la liga, que es casi como reconocer que son el equipo con más pegada del mundo. Osea que cuidadito cuando la máquinaria se engrase...


A DESTACAR: La primera victoria del Eibar (1-0) en su debut en Primera División, nada menos que en un derbi regional vasco, provincial guipuzcoano y ante un rival 'europeo' como la Real Sociedad. Además, el golazo de falta directa de Javi Lara, será tan recordado por histórico, como por importante, como por bonito. Los duelos entre el Sevilla y el Valencia siguen, como nos tienen acostumbrados en los últimos años, llenos de rivalidad y envueltos en polémica. Esta vez, los levantinos fuero perjudicados en el Sanchez Pizjuán. Empate postrero (1-1) y menos mal para el fútbol, después de ver el partido. La revancha ya está servida para el partido de vuelta...

lunes, 25 de agosto de 2014

EL CHOLISMO ILUSTRADO


"El concepto de despotismo está vinculado al abuso de poder, ya sea moral o físico, imponiendo el uso de la fuerza en el trato con un determinado grupo de personas. Este concepto suele estar vinculado con un tipo de gobierno que posee el poder absoluto y cuyo accionar no se encuentra limitado por las leyes existentes."

"El concepto de ilustrado tiene que ver con todo aquello relativo al movimiento filosófico y cultural que postulaba el predominio de la razón por sobre las emociones y que consideraba que en el uso de la inteligencia residía el progreso de toda la humanidad."


Y ahora, aplicándolos al fútbol, ¿qué equipo, qué filosofía deportiva y qué entrenador les sugiere la mezcla de estos dos conceptos? Efectivamente; el Atlético de Madrid campeón de casi todo, el del 'partido a partido' y el dirigido por Diego Pablo El Cholo Simeone. El despotismo (deportivo) es el que pone en práctica el conjunto colchonero. El ilustrado (futbolístico) es el entrenador argentino. Una sociedad insultantemente ganadora. Y a esta corriente que manda en el fútbol español y amenaza con hacerse con el dominio de Europa, la llamaremos 'El Cholismo Ilustrado'.


Cuando se habla de algún ex-futbolista que se ha convertido en entrenador, se dice que fue 'cocinero antes que fraile'. Diego Simeone fue 'Master chef'. Más de 100 veces internacional con Argentina, de la que fue capitán, 3 veces mundialista, bicampeón de América, ganó en España y ganó en Italia...adonde fue, triunfó. Y lo que es más importante, dejó huella. En todas partes. Pero todos coincidiremos en que hubo un lugar muy concreto en el que dejó un recuerdo muy especial. A orillas del Manzanares, en el Vicente Calderón, donde se dejó la piel durante tres temporadas (y otras dos en una segunda etapa). La segunda de ellas, la 95-96 con el famoso 'doblete', la mejor de la historia del club. O mejor dicho, la segunda mejor. Porque tuvo que ser él mismo quien, esta vez como entrenador, se erigiera en el protagonista de la campaña más espectacular que ha hecho el Atleti nunca. La pasada 2013-2014, en la que se proclamó campeón de liga y subcampeón de Europa. Después, la semana pasada, redondeó este increíble año ganándole al eterno rival en esa final a doble partido que enfrenta al campeón de liga con el de Copa: Supercampeones de España. 




Antes, cuando empezó todo, hace menos de 3 años, llegó al equipo a mitad de temporada. Asumió el reto de dirigir a una plantilla que no había confeccionado él, teniendo que hacerlo todo a contrarreloj durante el parón navideño y con muchísimo trabajo psicológico pendiente con un vestuario hundido que no estaba respondiendo ni de lejos a las expectativas. Le dio tiempo en menos de medio año a ganar un título, la Europa League, goleando en la final al Athletic Club por 3 a 0 con doblete de Falcao. Después del verano, volvió a golear en una final. Esta vez al todopoderoso Chelsea por 4 a 1, con hat-trick del colombianoSupercampeones de Europa. Luego vino una campaña ejemplarmente regular en liga, en la que se aseguró el tercer puesto (su lugar natural por historia, plantilla y presupuesto) en liga, a una distancia sideral del cuarto, al tiempo que ganaba la Copa del Rey, nada menos que al vecino y eterno rival madrileño y en su casa. Para completar la machada, la temporada pasada ganó la liga al Barcelona en el Camp Nou en el último partido y estuvo a un suspiro de campeonar en La Champions, cuya final iba ganando al Madrid hasta ese fatídico último minuto (tal y cómo había sucedido 40 años antes en su primera final). Así que hasta aquí, con 5 títulos en los últimos 3 años, Diego Pablo Simeone González es, estadísticamente y con los números en la mano, el mejor entrenador de la historia del Club Atlético de Madrid. Nadie consiguió tanto en tan poco tiempo. Además, ha sido elegido con todo merecimiento como el mejor entrenador de la liga en las dos últimas temporadas. Ninguno tiene tanto mérito si ponemos en una balanza los activos disponibles y los resultados conseguidos.


Por otra parte, y esto ya es opinión, lo considero el entrenador más influyente que he conocido en mi vida. Tan claro como que Messi es el mejor jugador del Barcelona o tan evidente como que Cristiano es la referencia del Madrid, es para mí el hecho de que El Cholo es la clave de este Atlético de Madrid. Es increíble; parece como si todavía estuviera dentro del campo y los empujara...No puedo olvidarme del Barça de Guardiola, posiblemente el mejor equipo de todos los tiempos y sin duda el mejor que yo he visto, por estilo y resultados. Pero él tenía un súperequipo. Como reconoció el propio Pep, "otro entrenador podría haber conseguido lo mismo con este equipo. Yo no podría haber conseguido lo mismo con otros jugadores". También recordaré por siempre lo que hizo Luis Aragonés con La Roja en la Eurocopa 2008, cuando acabó cambiando la mentalidad y la historia de un país entero, pero fue un torneo de 6 partidos que duró un mes, y posiblemente tenía el mejor equipo de la competición. El Atlético de Simeone era tan sólo el 3º mejor equipo de España y ganó la Liga. No estaba ni entre las 4 mejores plantillas de Europa y fue subcampeón de la Champions. Cuando los equipos rinden por encima de sus posibilidades, el responsable es el entrenador. Por eso y en eso, Simeone es el mejor:





En aquel último partido de liga en el Camp Nou de la temporada pasada, me sorprendí a mí mismo casi no celebrando el gol(azo) de Alexis que le daba el título momentáneamente al Barcelona. Y también alegrándome por el Atleti cuando el árbitro pitaba el final y eran campeones después de 18 años. Por cosas como esa es por lo que digo que soy más del fútbol que del Barça. El año pasado, el Barcelona era un equipo apático, mientras que el Atlético era un conjunto intenso. Todo lo contrario. El Barça te aburría y el Atleti te enganchaba...



Les voy a confesar algo: me hice del Barça de pequeño, cuando empecé a seguir el fútbol, que es cuando uno decide de qué equipo va a ser para siempre. Allá por comienzos de los '90, la influencia paterna no dejó lugar a la duda, y la magia y la inercia ganadora del Barça de Cruyff hicieron el resto. Luego ha habido otros motivos que me han hecho seguir abrazando la fe blaugrana. Así que no me arrepiento. Sinceramente, lo he disfrutado mucho. No obstante, he vivido la mejor época de la historia del club catalán. Y ya saben que se puede cambiar de casa, de coche, de mujer y de todo, menos de equipo. Sin embargo, en algunos momentos, y he aquí la confesión, he tenido la sensación de que si hubiese sido completamente 'libre' a la hora de elegir, esto es, si me hubiese criado en una casa 'no futbolera', habría elegido al Atlético de Madrid. Siempre digo que si no fuese del Barça sería un colchonero más. Porque su idiosincrasia va mucho con mi forma de ser, y esta es una teoría que no ha hecho sino verse reforzada después de pasar este último año de mi vida en la capital y habiendo presenciado por primera vez un partido en el coliseo rojiblanco. Eso ya no podrá ser. El Atleti es mi amor platónico futbolístico, será como esa mujer que siempre te encantó y a la que nunca pudiste tener. Pero te consuelas pensando en que la tuya te hace feliz. Aunque eso no te impide ver 'las bondades' de las demás...


Y las bondades ya están contadas. Sin embargo, después de todas estas zanahorias viene, porque tiene que venir, un palo. El pasado viernes, en el partido de vuelta de la Supercopa de España, El Cholo fue justamente expulsado por protestar con reiteración fuera del área técnica. No contento con eso, le propinó un par de collejas al cuarto árbitro a modo de recriminación, aplaudió irónicamente al colegiado y se fue a la grada en lugar de al vestuario. Mal, Cholo, muy mal. Acabo de ver en televisión como el más fanático de los periodistas deportivos madridistas, al que no conozco en persona y al que no tengo muy bien considerado futbolísticamente, decía: "El Cholo está siendo devorado por su propio personaje". Al mismo tiempo, leía en una red social a uno de los mejores amigos que me ha dado el fútbol, madridista de pro, colega de los banquillos y futbolero cuya visión sí que tengo muy en cuenta, que comentaba lo siguiente acerca del incidente : "Es que El Cholo vive los partidos intensamente...es que El Cholo defiende a su equipo. Al Cholo se le permite todo". Me da un poco de miedo y mucha pena que puedan tener razón...


Pero a diferencia de otros muchos que han inventado excusas o simplemente no han tenido la humildad suficiente para pedir perdón, -y esta es otra de las cosas que lo hace tan grande-, El Cholo ya ha rectificado. "Cuando uno se equivoca, es justo pagarlo", ha declarado dispuesto a acatar la sanción que le sea impuesta. Hay una frase que me encanta y que define a la perfección esta situación: "El modo en que piensas cuando pierdes, determina cuánto tiempo tardarás en ganar". El Cholo ha perdido (las formas), ha reconocido (el error) y ha pedido (el perdón). Aprenderá de ello y tardará poco en volver a ganar. Recibirá una sanción dura, merecida y sobre todo ejemplar. Y eso será bueno para el propio Cholo, para el Atlético y para el fútbol.


Diego Pablo, no queremos que seas déspota. Cholo Simeone, te pedimos que nos sigas ilustrando...
¡Larga vida al Cholismo Ilustrado!


©Miguel Pérez Duque 2014 Todos los derechos reservados.