miércoles, 11 de enero de 2017

BAJANDO POR EL BARRANCO…(9)


El Club Deportivo Mensajero volvió a sumar como visitante y consiguió salir imbatido de su desplazamiento a Irún empatando a cero con el Real Unión en el Stadium Gal.


Saltó el ‘Mensa’ al terreno de juego con varias novedades significativas en su once: en defensa, Víctor Marco volvía a la titularidad después de muchas jornadas en las que entre lesiones y suplencias, había tenido pocos minutos. En el centro del campo, por primera vez no veíamos entre los primeros once a Cristian Portilla, el magnífico mediocentro cántabro que se marchará al fútbol estadounidense (y sobre el que luego haremos una breve reseña). Y en la delantera, tras bastantes partidos saliendo desde el banquillo, volvía a la alineación inicial el capitán, Yeray Pérez, ‘El Arrugado’.


Empezó mandando en el partido el Real Unión, al que le obligaba en este partido su condición de equipo de la zona alta, al que le obliga cada dos semanas su condición de local, y al que obligará incluso la historia siempre que esté en 2ª B. Pero como ya sucedió en otras ocasiones, por ejemplo en las visitas al Bilbao Athletic y a la Real Sociedad B, era un dominio estéril. Además, apenas duró el primer cuarto de hora en el que todo lo que consiguió el conjunto local fue un buen disparo, muy lejano y bien desviado a córner por Ione, por mediación de Juan Domínguez. El conjunto vasco tocaba mucho el balón en defensa y el Mensajero se lo permitía, pero al cruzar la línea divisoria los nuestros comenzaban una presión que los vascos no conseguían rebasar, y las pocas veces que lo hicieron, sobre todo por medio de su gran banda derecha, con el incansable lateral derecho Azkoiti y el desequilibrante Estrada, no lograban transformar sus llegadas en goles, en parte gracias al acierto de los defensores y el portero rojinegros. Luego siguió otra fase en la que el balón no tuvo dueño, con muchos despejes, imprecisiones y balones largos por las dos partes. Hasta que llegó la ocasión del 'Mensa': Juanda cortó un balón en el centro del campo, avanzó hacia la portería y la metió en profundidad para que Ale González, el ‘pichichi’ del equipo, remató de zurda y a la primera, ya muy metido en el área pero bastante escorado, estrellándose el balón contra el lateral de la red. A partir de ahí, el 'Mensa' pareció crecerse y comenzó a tocar y a rasear el balón, fiel a su estilo. Pero de un córner a favor vino una peligrosa contra, en la que Juanda, como último hombre, se veía obligado a derribar a un atacante irundarra a la altura del centro del campo, viendo la consecuente tarjeta amarilla. En la última acción de los primeros 45’, Álex Cruz disparó a la media vuelta desde fuera del área y el balón salió rozando el palo derecho de la portería de Tena. Concluía una primera parte sin un claro dominador, con apenas una ocasión para cada lado y un justo empate a nada.



En la segunda mitad sufrimos más. El Real Unión iba acrecentando paulatinamente su dominio, espoleado por el escaso pero bullicioso público local, al tiempo que a los palmeros les iba pareciendo cada vez mejor el empate. Al poco de reanudarse el partido, el zurdo Ozkoidi lanzó de manera magistral una falta al larguero ante la que nada podía haber hecho Ione de ir el balón por dentro. Era la mejor oportunidad del partido. Pero sería superada por el propio conjunto blanquinegro, cuando Galán se quedaba solo dentro del área, la picaba ante la salida de Ione, y el grancanario sacaba una mano salvadora que mantenía las tablas en el marcador. Asier Santana hizo sus dos primeros cambios buscando los tres puntos, mientras que Jaime Molina, inteligentemente viendo el cariz que estaba tomando el partido, miró más la retaguardia. Dani Hernández, que llevaba varias jornadas sin tener ni un minuto, sustituyó a Yeray, y los nuestros pasaron de lo que parecía un 5-2-3 (o 3-4-3, según como se mire dada la tendencia ofensiva de los carrileros Juanda y Gabi), a un 4-4-2, con el lagunero cubriendo como interior la banda derecha y ayudando en defensa, Rayco y Matías en el doble pivote y Juanda como centrocampista por la izquierda, quedando sólo ‘los Alejandros’, Cruz y González, en punta. Luego entraría Iriome por Rayco, cambio de hombre por hombre actuando el primero igualmente como mediocentro defensivo, quedando ya para la recta final la última sustitución, cuando Nacho Rodríguez entró por Ále González. La única ocasión que los del Barranco de Los Dolores tuvieron en esta segunda parte, fue también la más clara. Con el Real Unión volcado sobre el área mensajerista, Álex Cruz condujo una contra a velocidad de vértigo por el carril central, abrió a la parte derecha donde recibió González, quien se metió hacia el área arrastrando con él hasta tres defensas y dejando solo a Juanda, que venía por la parte izquierda y recibió una precisa asistencia del grancanario, muy mal rematada por el bagañete, que con todo a favor, pues no tenía defensores delante y la bola le llegó rasa a su pierna zurda, realizó un disparo que salió muy desviado, por la banda contraria. Fue la mejor jugada de ataque del representativo, que de ahí al final, y ante las acometidas de los locales, sólo pudo luchar, resistir y conservar el resultado con el que había empezado el partido, ya que en los minutos finales se agudizaría el sufrimiento: Galán volvía a rematar solo frente a Ione, que hacía nuevamente gala de sus reflejos, el rechace lo convertía un atacante local en el segundo disparo entre palos despejado por la defensa canaria y el nuevo rebote era (des)aprovechado otra vez por un jugador vasco que lo mandaba al larguero con todo a su favor para marcar. Se dieron hasta 5 minutos de descuentos que parecieron excesivos y se hicieron largos, aunque con final feliz.


Haciendo un comentario por línea, diremos que Jaime estuvo especialmente serio y contundente en defensa, Matías asumió la responsabilidad de liderar al equipo y consiguió, con la inestimable colaboración defensiva de Rayco -como es habitual-, que no nos acordásemos de Portilla tanto como esperábamos en el centro del campo, y Álex Cruz fue el más activo y peligroso del ataque. Pero en un partido que acaba con 0-0 y en el que el portero del Mensajero salvó hasta dos goles en sendos mano a mano, me parece justo destacar a Ione como el mejor de los nuestros.


Tras tres semanas sin competir, visitando a un equipo de la zona alta, llegando el día anterior a la una de la mañana y jugando a una temperatura que rondaba los 0 grados, la lectura de este resultado no puede sino ser positiva, sobre todo teniendo en cuenta que este punto sirve para salir de la zona peligrosa aunque sea empatado a 23 dígitos con los inmediatos perseguidores. Es cierto que se sufrió bastante en la segunda parte y que el rival fue el que estuvo más cerca de ganar, pero al igual que cuando la suerte nos ha sido esquiva en la mayoría de estos once empates no hemos podido 'reclamar' los otros dos puntos, tampoco esta vez nos pueden 'quitar' el conseguido. Sólo hay tres equipos que han perdido menos partidos que el nuestro: el último rival precisamente, Real Unión, el primero que nos derrotó, el Leioa, y líder, el Albacete. Aunque por otra parte, sólo hay dos que han ganado menos: los dos colistas, el Zamudio y el Sestao. Y el que está justo por encima de ellos, el Amorebieta, es el próximo rival que nos visita en el Silvestre Carrillo. Los dos últimos clasificados parecen ya desahuciados, a 10 y 9 puntos respectivamente. Y ante el antepenúltimo, que está a solo dos, hay que ganar o ganar.


Para el domingo: fe, paciencia y una victoria que nos dé media permanencia…