domingo, 30 de noviembre de 2014

MENSAJE PARA EL DIOS DEL FÚTBOL: NO LOS PERDONES, PORQUE SABEN LO QUE HACEN


Esta mañana me desperté con la noticia de que un 'ultra' del Deportivo de La Coruña se debatía entre la vida y la muerte, después de que lo lanzasen al río Manzanares otros fanáticos del Atlético de Madrid, tras una pelea entre ambos grupos de 'animales salvajes'. La víctima le había confesado a un amigo antes de partir hacia Madrid: "Mañana, o salgo en los periódicos o acabo en el río". Acabó, tristemente, acertando por partida doble. En una zona de ocio y recreación, donde mucha gente -entre los que me incluyo-, va a hacer deporte; ya sea a correr, a montar en 'bici' o a patinar. En un lugar donde van familias a pasar un rato al aire libre, donde los padres y las madres llevan el carrito de su bebé un domingo cualquiera. En un espacio al que muchos mayores van a dar su paseo matinal. Tan relajadamente. O en otras palabras: en un tranquilo parque que está al lado de mi casa se produjo un asesinato -porque se acabó consumando- 'por culpa del fútbol'. Pero no. Entre comillas, porque esto ni es fútbol ni es culpa del fútbol. Esto es lo que pasa cuando unos irracionales, incivilizados, descerebrados, delincuentes y criminales encuentran en el más multitudinario de los deportes la excusa perfecta para dar rienda suelta a su violencia y al odio que llevan dentro. Esto es lo que traen consigo las asquerosas ideologías políticas radicales que abundan en este, nuestro país. Este es el resultado del ultraespañolismo y del antiespañolismo imperantes en según qué zonas de nuestra geografía nacional...







Y para que no se me ofendan los atléticos ni tampoco se me confundan los antiatléticos, lo dejaré bien claro: TODOS LOS ULTRAS SON IGUAL DE PATÉTICOS. Me da igual que se llamen Frente Atlético, Riazor Blues, Boixos Nois, Ultras Sur, Herri Norte o Frente Blanquiazul. Porque todos son la misma escoria. Los mismos que esta mañana hicieron pasar miedo a toda la gente que disfrutaba de una tranquila mañana de domingo en el Madrid Río. Los mismos que crearon en algunos padres una inseguridad por la que renunciaron a llevar a sus hijos al estadio. Los mismos que provocaron que la gente normal que acudió al partido se sintiera incómoda y culpable sin serlo. Una lacra de la sociedad, que en este caso mancha el nombre del Atlético de Madrid y resta seguridad a la ciudad en la que vivo, y que en todos y cada uno de ellos retrasa la evolución de mi país y ensucia la imagen de mi deporte. Esta gentuza no merece compartir vida con el resto de la ciudadanía, porque carecen de educación, de civismo y de humanidad. Así que deberían encarcelarlos a todos. Pero si eso no puede ser, desde aquí pido y exijo que por lo menos los echen del fútbol. Esperemos que el tiempo y la justicia los pongan en su sitio. BASTA YA.



©Miguel Pérez Duque 2014 Todos los derechos reservados.