miércoles, 12 de agosto de 2015

SAN PEDRO Y LAS LLAVES DEL CIELO


No voy a esconder que primeramente como culé, seguidamente como seguidor de La Roja y final pero principalmente como canario, le tengo un 'cariño deportivo' especial a Pedro Rodríguez, 'PR7'. Pero los que hayan venido siguiendo este blog desde su fecha de creación, hace ahora algo más de un año -y los que no ya están tardando y pueden empezar a hacerlo ahora mismo-, sabrán de buena tinta que no me ciegan los escudos ni las pasiones, que no confundo informaciones con opiniones y que mi amor por el fútbol está muy por encima del que siento por mis colores.


Por eso hoy quiero hablar de 'El Héroe de Tiflis', que ya lo fue en El Calderón hace tres años, en Wembley hace cuatro y en Abu Dabi y Mónaco hace seis. Esto es, en las finales de: Copa del Rey contra el Athletic de Bilbao (3-0 con dos goles de nuestro protagonista); Champions League (3-1 al Manchester United con el susodicho abriendo el marcador); Mundial de Clubes (2-1 al Estudiantes con el mismo empatando el encuentro en el último minuto) y Supercopa de Europa (1-0 al Shakhtar con este marcando el gol de la victoria cuando la prórroga agonizaba), respectivamente. Y quiero hacerlo con la cabeza en las nubes y con el corazón henchido de orgullo. Pero también con las manos en el teclado y los pies en el suelo. Y sobre todo, fiel a mi costumbre, con la verdad por delante. Argumentando y aportando datos y estadísticas, tan necesarios en este fútbol tan 'súperprofesionalizado' que nos ocupa y nos preocupa.


Y es que ayer lo volvió a hacer. Se disputaba la final de la Supercopa de Europa 2015 entre el campeón de la Champions League, el Fútbol Club Barcelona, y el de la Europa League, el Sevilla Club de Fútbol. En la que ya estaba siendo de las mejores finales de la historia del fútbol, no ya sólo por lo espectacular del resultado, 4-4 en ese momento, sino por el buen juego, las ocasiones y la intensidad de ambos equipos, y sobre todo por una primera parte primorosa del Barça que apuntaba a goleada escandalosa y un grandioso segundo tiempo de un Sevilla que casi consigue una remontada prodigiosa, entró Pedro al campo. El hombre de las finales. A los 3 minutos de la prórroga, sustituyó a un agotado Mascherano. A los 4, lo primero que hizo fue ver una tarjeta amarilla que, más allá de parecer exagerada, demostraba que estaba del todo implicado y metido en el partido. Rumores y comentarios, mil durante toda la pretemporada y la previa del partido. Que si ya lo tenía hecho con el Manchester, que si había pedido no jugar el partido para poder disputar la Copa de Europa durante la próxima temporada con los 'Red Devils', que si tenía la cabeza en otra parte...

Pero lo cierto es que el extremo saltó al campo en cuerpo y alma. Y vaya si estaba allí. Durante los 20 minutos siguientes, como en él es habitual, hizo de todo. Subió y bajó la banda, aportó en ataque y ayudó en defensa, se ofreció a los compañeros, combinó, intentó alguna jugada individual y buscó el disparo. Sin suerte para él ni para el equipo. Hasta que llegó ese minuto, que ya es su minuto. Marcaba el 'crono' el 115' de la segunda parte de la prórroga, exactamente igual que en Mónaco seis años atrás, cuando a 5' de la lotería de los penaltis, llegó la justicia poética del fútbol. Messi lanzó una falta buscando el gol de la victoria en lo que hubiera sido un histórico hat trick de libres directos en una final, pero encontró la mano de un jugador sevillista en la barrera; el rechace volvió al propio jugador argentino que engatilló en una segunda intentona y, mientras todos sus compañeros malgastaban sus energías en protestar al árbitro con la mano levantada, otra vez él, "¡Pedrooooo!" -que díría Penélope Cruz-, fue el primero en darse cuenta de que a Beto se le había escapado el cuero y el más rápido en llegar para mandar al fondo de las mallas el balón con el que convirtió su gol 99 de blaugrana, que significaba la quinta Supercopa de Europa para el Barça, rey ahora, ex aequo con el Milan, del torneo.




Hasta aquí ha mandado la cabeza, todo ha sido información. Ahora le toca al corazón, viene la opinión. Y para hacer más completa la redacción, pondré una recopilación. De opiniones, digo.

Empezaremos por su primer entrenador, Iván, en el Raqui de San Isidro

"Vino el primer día a entrenar y cuando acabamos dije: que traiga las fotos y la documentación. Hay que hacerle la ficha ya. Se veía enseguida que había nacido con un don. Tenía unas condiciones innatas. Después fuimos subiendo. Yo como entrenador, él como jugador. Pasamos del alevín al infantil, luego al cadete y después al juvenil. Él ha trabajado mucho para llegar hasta ahí."

Ya siendo una firme promesa juvenil, estuvo bajo las órdenes de Toni Ayala, que presenció desde el banquillo el primer punto de inflexión de la carrera de Pedro:
Se enfrentaban el Raqui y el Victoria de Tazacorte (isla de La Palma, de la que es oriundo quien suscribe). Perdían 0-1 y el pibe estaba en el banquillo. Era su primer año de juvenil. Ayala avisó a un 'veterano' de que iba a entrar a jugar. En ese momento, Paco Cabello, el delegado, le espetó: "No, no ponga usted a ese, hombre. Ponga a ese niño y le hará ganar el partido". El entrenador hizo caso a su ayudante y llegó el empate. Desde ahí hasta hoy.

Heredia, ex compañero del Barça B, alucinó:
"Cuando le vi, pensé: ¿es diestro o es zurdo?" 

Rojo, su primer entrenador en la cantera del Barça, lo miró:
"Tú haces lo mismo que Robinho y eres más eficaz".

Cabrera, que compartió piso y vestuario con él, aprendió:
"Admiro su mentalidad, jamás se rendía".

Guardiola, además de tener la valentía de subir a un chico de Tercera División a la élite mundial, con lo que está dicho todo, declaró recientemente:
"Respecto a su calidad no hay duda, la tiene toda. Es campeón del Mundo y de Europa con su selección, lo ha ganado todo con el Barcelona, donde ha jugado millones de partidos y eso significa que puede jugar en cualquier club del mundo. Le deseo lo mejor por lo gran jugador y persona que es.

"Hechos son amores y no buenas razones", debió pensar Del Bosque cuando, además de llevarse a un Mundial a un joven que apenas había disputado una temporada en Primera División, le colocó como titular en la semifinal nada menos que contra la que en ese momento era Tricampeona del Mundo, Alemania. La respuesta del canario estuvo a la altura: fue el mejor del partido.

Tito Vilanova (D.E.P.) escuchó como Pep le decía a finales de la 2011-2012: "La cagamos con Pedro. Teníamos que haberlo puesto más".

El Tata Martino, con quien fue más suplente que titular, vio como aún así, el 'chicharrero' batía su récord de goles en liga en la 2013-2014, anotando nada menos que 15, muchos de los cuales los logró saliendo desde el banquillo. Solía preferir a Alexis, pero dijo del '7': "Ante Pedro uno se acaba rindiendo".

Zubizarreta, que no se olvide nadie, constructor del Barça del Triplete, el año pasado:
"Pedro es intransferible".

Luis Enrique, actual entrenador:
"De Pedro sólo puedo hablar cosas maravillosas. Es un jugador de primer nivel y lo ha demostrado".

Por acabar con la parte profesional, esto es lo que dijeron ayer los cuatro capitanes del Barça:

Iniesta"Lo merece en este momento, este gol, esta situación... Espero que siga ayudándonos mucho tiempo porque su rendimiento es espectacular".

Messi: "Pedro se lo merece. No sabemos qué va a hacer, pero decida lo que decida, por todo lo que le dio al club, le deseamos lo mejor".

Busquets: "Pedro no tiene los minutos que quiere y que creo que merece".

Mascherano: "Ojalá Pedro pueda seguir en el Barça. Es uno de esos jugadores que para momentos únicos está tocado con una varita mágica. Tiene mucha calidad y gracias a Dios está con nosotros".





Y empezando con la visión de los que somos 'amateur' o que no estamos directamente metidos en el mundo del fútbol, Miguel Rico, uno de los periodistas del panorama nacional a los que más respeto y admiro y voz autorizada cuando se habla del Barça, hizo, hace unos años y a colación de los logros individuales del Barça de los récords, esta ocurrente y a mi entender acertada comparación: "Messi es un futbolista extraordinario. Pedro es un futbolista normal que hace cosas extraordinarias." 

Y aquí un par de reflexiones anónimas de aficionados que he rescatado de la red porque merecían ser reflejadas en este artículo:
-"El Barça no encontrará un 'cuarto delantero' mejor que Pedro". 
-"Pedro: poco ruido y muchas nueces".

Por mi parte, decir que lo he visto siempre como el primero en darse cuenta de muchas situaciones y el más rápido en aprovecharlas. Y el primero que ve y el más rápido que actúa es el más listo. De la clase, del equipo, díganlo como quieran...Un futbolista completo donde los haya: veloz, desequilibrante, regateador, goleador, asistente, oportunista, ambidextro, dotado en lo técnico e inteligente en lo táctico, válido para la defensa, el ataque y el contraataque, capaz de combinar cuando el equipo lo necesita y de resolver por lo individual cuando la situación lo requiere...polivalente como pocos, luchador como el que más y profesional como ninguno. El jugador que todo entrenador querría tener a  sus órdenes. Nunca una palabra más alta que otra. Un ejemplo de comportamiento en el vestuario y en el campo, en el banquillo o en la grada.

Se hizo eterno en el gran Barça de Guardiola allá por 2009, cuando se convirtió en el primer jugador de la historia del fútbol en marcar en todas las competiciones de un mismo año. Luego lo igualaron Eto'o  Messi. Pero el primero siempre será él. Ese récord ya nunca se lo quitará nadie. Estamos hablando del juego más bonito y popular del mundo, que tiene más de 100 años de vida y al que han jugado miles de jugadores al primer nivel. Y ese hito lo consiguió un futbolista español, canario y tinerfeño, para más señas. Para el recuerdo de los culés, aparte de los de las finales, su gol en el 5-0 al Madrid de Mourinho, por lo importante; ese que le hizo al Deportivo desde casi el medio campo, con la zurda y al primer toque, por lo difícil, o aquel que le 'clavó' al Almería, controlando de espaldas en la frontal del área con la zurda y resolviendo a la media vuelta con un derechazo imparable a la escuadra, por lo bonito. Fiel a su cita con el gol en los grandes días, también marcó a Francia en el Parque de los Príncipes de París el gol que clasificó a España para el Mundial de Brasil.


Curiosidades de la vida, este canario culé (el que firma), gritó dos de sus goles más especiales siendo ya residente en Madrid, en los dos últimos años. El primero, en marzo del 2014, cuando presencié en directo la victoria del equipo de mis amores, La Selección Española, sobre ese al que 'menos cariño' le tengo, los italianos. 1-0 en el Calderón y el gol de otro canario culé. Sólo cambiar el escenario, de un amistoso a un Mundial, podría mejorar ese guión. El segundo, anoche, en el salón de mi casa. Yo siempre he creído que el fútbol, como el tiempo y la vida, ponen a cada uno en su sitio. Llámenlo optimismo, ilusión o fe. Da igual, me sobra de las tres. Mis padres estaban de visita y vimos el partido juntos. En el 115', un grito unánime recorrió las paredes de mi piso. No fue un simple alarido futbolero, que también. Fue una carta abierta al mundo que, además de llevar alegría y pasión por los colores, iba en un sobre de amor por la tierra, que a su vez estaba sellado por un gran sentimiento de justicia. Porque Pedro representa fielmente los valores propios las gentes de Canarias; la sencillez, el orgullo y la entrega.

Por cierto, al final del partido, el sevillista Vitolo, grancanario -canarión como se dice en El Archipiélago-, declaró sobre el gol de Pedro: "Me alegro en parte por él porque es paisano." Muchos, de una ínsula y de la otra, deberían tomar ejemplo. Y como decimos en la tierra, "el que lo quiera coger, que lo coja".


Desde  el origen del gran Barça de Guardiola, hace 6 años, varios compañeros de 'San Pedro' han tenido 'llaves del cielo'. Primero fueron Eto'o y Henry. Luego Ibrahimovic. Más tarde Villa. Y desde el año pasado, Neymar y Luis Suárez. Pero, D10S aparte, sólo Pedro ha estado durante los últimos 6 años abriendo las puertas del paraíso a los culés. No sólo por haber marcado muchos y muy bonitos goles, sino también y sobre todo, por hacer los más importantes. Si se queda, seguirá teniendo las llaves del cielo originales. Si se va, se las llevará de recuerdo y dejará una copia a sus compañeros.


Pedro Ezequiel Rodríguez Ledesma. 'Pedrito' > Pedro > Don Pedro > 'San Pedro'. Gracias por ser TAN humilde, TAN guerrero y TAN auténtico; por llevar el nombre de mi tierra TAN alto y por representar a mi país TAN dignamente. Gracias por ser el primer 'TODOgoleador' de todos los tiempos, por ser un 'TODOterreno' al servicio de mi equipo y por darlo TODO en cada minuto; por ser TODO lo que un español exige a alguien que se pone ese escudo en el pecho y por hacer TODO lo que un canario espera de quien lo representa fuera de Las Islas. GRACIAS POR TANTO Y GRACIAS POR TODO.



©Miguel Pérez Duque 2015 Todos los derechos reservados.