lunes, 14 de julio de 2014

LAS ENSEÑANZAS DEL MUNDIAL DE BRASIL 2014


ESPAÑA nos enseñó, para mi pesar, y aunque me duela reconocerlo, me cueste creerlo y siga sin entenderlo, que los equipos también se cansan de ganar en el FÚTBOL. 



ITALIA nos enseñó, para mi regocijo, y van dos mundiales seguidos, que con la camiseta no se le gana a nadie hoy en día en el FÚTBOL.



INGLATERRA nos enseñó, para mi tristeza, que con mucha pasión pero poca organización no se consigue mucho, y que haber inventado el juego hace más de un siglo no pesa nada cuando empieza un partido de FÚTBOL.



PORTUGAL nos enseñó, para mi decepción, que depender de un solo jugador es algo demasiado arriesgado en una competición como el Mundial y en un deporte como el FÚTBOL. 



URUGUAY nos enseñó, para mi admiración, que aunque siempre serán un país pequeño, nunca serán un rival pequeño en el momento de saltar a un campo de FÚTBOL. 



USA nos enseñó, para mi ilusión, que el balompié es tan grande que podría llegar el día en que los deportes americanos se vieran engullidos por el 'soccer' y pasaran a llamarlo FÚTBOL.



MÉXICO nos enseñó, para mi incredulidad, que el partido sólo acaba cuando pita el árbitro y que la fortaleza mental es tan importante o más que la física en este juego llamado FÚTBOL.



ARGELIA nos enseñó, para mi desesperación, que el que ama lo que hace puede sobreponerse al hambre, la sed y el calor, y que incluso se llega a olvidar de esas piedras en el camino cuando está jugando al FÚTBOL.



FRANCIA nos enseñó, para mi confirmación, que un exceso de juventud puede ser tan inadecuado como uno de veteranía, y que como en tantas otras cosas, el término medio y el equilibrio es el ideal para competir en el FÚTBOL.



BÉLGICA nos enseñó, para mi esperanza, que el que tuvo retuvo y que donde hay amor por el juego siempre cabe la posibilidad de que surja una generación que vuelva a ilusionar a un país aficionado al FÚTBOL.


COSTA RICA nos enseñó, para mi sorpresa, que a veces se consigue más con ilusión que con los mejores jugadores y que nada es imposible en el FÚTBOL.



COLOMBIA nos enseñó, para mi alegría, que en el fondo esto es un juego, que hay que salir a divertirse y que jugar al ataque es la mejor manera de disfrutar de este invento llamado FÚTBOL. 



BRASIL nos enseñó, para mi alivio, que por mucho que haya que tener en cuenta la historia y que el anfitrión siempre se vea favorecido, los equipos con malas artes suelen verse castigados en algún momento de los torneos de FÚTBOL.



HOLANDA nos enseñó, para mi satisfacción, que es mejor tener un entrenador, unos jugadores y un estilo adaptables, antes que unos irrenunciables a la hora de competir en el FÚTBOL.



ARGENTINA nos enseñó, para mi desolación, que los 'huevos' y la fe, a pesar de ser muy importantes en cualquier aspecto de la vida, no siempre son suficientes para triunfar en el FÚTBOL.



ALEMANIA nos enseñó, para mi consuelo, que aunque no haya una fórmula matemática para ganar, tener una plantilla compensada, un sistema equilibrado y jugar como un equipo es el camino más corto hacia la victoria en el FÚTBOL.



Y EL MUNDIAL nos enseñó, para mi felicidad, que más allá de la historia, las sedes, los estadios, las reglas, la táctica, la estrategia, los entrenadores o los jugadores, hay una serie de intangibles que convierten en El Deporte Rey y hacen mágicamente imprevisible al FÚTBOL.



©Miguel Pérez Duque 2014 Todos los derechos reservados.