viernes, 28 de noviembre de 2014

EL DÍA L: LUIS, LEO Y LA LEYENDA


Se encontraban, sobre el papel, el peor equipo del grupo contra el mejor. Los locales lo habían demostrado durante toda la fase de grupos, los visitantes deberán refrendarlo en el último partido en casa contra el PSG.


A destacar en el ‘once’ titular la presencia por segundo partido consecutivo de Piqué, después de tres seguidos fuera, la vuelta de Alves al lateral derecho, que ni gusta ni se entiende, la suplencia de Neymar, al que sin duda se reservó para Valencia, y la colocación de Mascherano en el mediocentro, su puesto natural.

Fue un partido redondo para el Barça. Por el juego, por el resultado y por estar lleno de efemérides. Superior de principio a fin, dueño y señor del partido del minuto 1 al 90. Tuvieron los azulgrana un encuentro cómodo en el que sólo vieron inquietada su portería en una ocasión, salvada con gran acierto por el meta titular de la Champions, el alemán Ter Stegen. De resto, monólogo de los hombres de Luis Enrique, que no sólo cerraron los datos de posesión en un espectacular 19-81, sino que crearon hasta siete ocasiones claras de gol convirtiendo cuatro, seguramente un porcentaje de acierto mayor del que suelen tener. Además, bien repartidos, pues cayeron dos en cada parte. En la primera lo encarrilaron y en la segunda lo sentenciaron.




Los goles fueron obra, primero y por fin, de Luis Suárez, que recibió de espaldas a puerta y con un precioso reverso, túnel incluido, se deshizo de su marcador y se quedó sólo frente a Urko Vera, el buen portero español al que batió por bajo ajustando el balón al palo largo. Y los tres siguientes, de Lionel Messi, que tal y como había hecho la jornada anterior en La Liga, rompió el récord establecido, en el que estaba empatado con Raúl y Cristiano, a lo grande, con un hat trick, y se convirtió en el máximo goleador de la historia de la Champions League. Por cierto y por primera vez, todos con su pierna menos buena, la derecha. En el primero desvió voluntariamente un ‘pase-chut’ de Rafinha. En el segundo, aprovechó una mágica asistencia de Alves ‘a lo Xavi’, por fin el brasileño hizo algo productivo después de no se sabe ni cuánto tiempo. En el último, aprovechó un pase de la muerte de Pedro desde la izquierda, tal y como había hecho en el Amsterdam Arena un par de semanas atrás y 0-4. En lo que respecta al juego defensivo culé, el Apoel no fue capaz de provocar ni tan siquiera un córner, mientras que sólo tiró una vez a puerta, la anteriormente citada, por ninguna fuera. Es cierto que el rival no era un equipo de gran nivel, pero cabe recordar que en toda esta temporada no había encajado más de un gol en ningún partido. Esto es, pequeños pero matones, defienden bien y saben encerrarse.

En lo que a anécdotas, datos y estadísticas se refiere, señalar la infantil expulsión de Rafinha, con el partido ya resuelto, por doble amarilla. El brasileño es un jugador que, habiendo sido suplente habitual, no puede quejarse de las oportunidades y lo minutos que le ha dado el míster, quien sí debe tener algún reproche a su rendimiento. Hasta el partido de hoy, me había parecido que su juego había sido insulso, ‘ni fu ni fa’. Que no hacía nada especialmente bueno ni tampoco especialmente malo. Vamos, que pasaba desapercibido, todo lo contrario de lo que le hacía la temporada pasada en el Celta. Pues esta vez se empeñó en destacar doblemente, en positivo y en negativo. El primer gol nació de sus botas, aunque más pareció un tiro no demasiado fuerte ni peligroso que un pase. Pero combinó bien y tuvo detalles de clase a lo largo del partido. Eso por el lado bueno. Por el malo, vio dos tarjetas amarillas tontas, especialmente la segunda, en zonas del campo en las que no había riesgo para el equipo ni necesidad de cometer tales infracciones. 


Y además del súper récord de Messi y del estreno goleador de Suárez, cabe destacar que Xavi se convirtió, junto con el mítico Ryan Giggs, en el jugador con más partidos de Copa de Europa disputados y en el único que ha conseguido 100 victorias ‘europeas’, sumando las de todas las competiciones continentales. Así pues, quedan resquicios de aquel grandioso equipo que fue el Barça de Guardiola, con algunos de sus miembros dando sus últimos coletazos al mismo tiempo que siguen batiendo récords, como Xavi; otros que no pasan por su mejor momento pero que se han ganado el respeto y el cariño de todos, como Iniesta; y uno que a estas alturas sigue sin saber dónde está su techo, como Messi. La leyenda continúa…

CRÓNICA DE LA JORNADA 12


Las 'crónicas de la jornada' se referirán a lo más destacado que haya pasado la semana anterior en el fútbol, pero no sólo a los resultados ni tampoco a todos los resultados. No puedo ver todos los partidos y por eso tampoco analizarlos uno por uno. Pecaré de poco original, pero hay que ofertar lo que se demanda y vivimos en un país bipolar. Un polo es el Barça y el otro polo es el Madrid. Por suerte para el fútbol y los futboleros de bien, los que amamos al balón por encima de nuestros escudos, la temporada pasada, y después de muchos años, apareció una tercera vía: el Atlético de Madrid. No sólo volvió al lugar que le corresponde por historia, por plantilla y por presupuesto hace un par de temporadas, el 3º, sino que además el año pasado, contra todo pronóstico, se convirtió en el ganador de la competición de la regularidad. Así que con todos los respetos que merece el campeón, este será, junto con Barça y Madrid, el equipo a analizar. Aunque huelga decir que comentaremos cualquier hecho, anécdota o resultado destacado con el que nos sorprenda el fútbol español. Lo haremos, como mandan los cánones, en el orden en el que acabaron la temporada pasada, que además es el alfabético: 1º Atlético, 2º Barcelona y 3º Madrid. (Cuando sea una jornada con partidos de selecciones, analizaremos lo que haya hecho España.)


ATLÉTICO: El conjunto colchonero demostró que (no sólo) es uno de los mejores del panorama actual a balón parado, Abrió el partido como tantas veces, con un córner magistralmente botado por Koke y oportunamente cabeceado en el primer palo por Tiago, según Simeone, "el que mejor interpreta el juego" de los suyos. No era un rival sencillo el Málaga, que llegaba enrachado y en puestos de Europa League, pero en el Calderón ya se sabe cuál es la medicina que aplican los rojiblancos a todos sus visitantes: acoso y derribo hasta que caigan, y vaya si caen...Como queriendo demostrar que son muy capaces de hacer goles también en jugada, los locales trenzaron una de las mejores combinaciones de la temporada que empezó en la banda derecha, adonde había caído Mandzukic para recibir de espaldas y meterla para Arda, quién profundizó en el área y sirvió un pase de la muerte que Griezmann remató en el segundo palo. El turco, el mejor de la primera parte, manejó el partido a su antojo, con la inestimable colaboración de Tiago, tal vez el mejor del partido, que como el mediocentro total que es, defiende y ataca, roba y pasa, corta y distribuye. Por algo le gusta tanto al Cholo. Con 2-0 nos fuimos al descanso, y en la segunda, aprovechando una ligera relajación del Atleti, los visitantes recortaron distancias por medio de un gran gol de Santa Cruz, rematando sin ángulo un centro de Samu Castillejo, al que parecía que no llegaba. Un pequeño apuro pasaron los locales al poco, cuando Godín tuvo que salvar una ocasión del propio paraguayo, que le había ganado un balón por arriba a Giménez, titular ante la ausencia de Miranda por lesión. Después, Castillejo sufrió la expulsión por segunda amarilla y el Málaga se vino abajo. Un par de ocasiones para Griezmann y otras dos para Raúl Jiménez, que había entrado en la segunda parte, fueron el preludio de la sentencia del omnipresente Godín, que remachó un balón suelto con un cabezazo que se convirtió en el 3-1. Antes del final, Gabi fue expulsado también por doble tarjeta amarilla. Sigue el Atlético manteniendo el ritmo, sin perder de vista a los dos primeros pero ya marcando distancia con el cuarto y el quinto.


BARCELONA: Difícil hacer esta crónica intentando centrarse en lo que fue el partido y no en el hombre del partido. Leo Messi se convirtió en el máximo goleador de la historia de la liga al superar a Zarra y llegar a los 253 goles. El Barça disputó, probablemente, el mejor partido de la temporada, y curiosamente, justo después del de Almería, que había sido el peor. Y fue el mejor por todo: el resultado, apabullante; el juego, muy convincente; la intensidad, ejemplar. Además, coronado con la efeméride previamente citada. Abrió el marcador el astro argentino con una falta a la escuadra, apenas disputados 20 minutos. Alguna ocasión más tuvo el Barcelona por ninguna del Sevilla, y con un dominio total, pero con esa pequeña ventaja local, llegamos al descanso. Al poco de empezar la segunda parte, los hispalenses se encontraron con un gol en propia puerta de Jordi Alba. Casi no tuvo tiempo el equipo de Emery de celebrarlo cuando una falta lateral botada por Xavi (que tuvo una actuación sobresaliente sólo ensombrecida por la estelar de Messi), fue cabeceada, con posible falta previa, por Neymar a la red. En el tercero, enésima asistencia de Suárez, que si bien sigue sin estrenarse en lo que a goles se refiere, está teniendo una participación muy activa, y en esta ocasión puso un centro medido a la cabeza de Rakitic, quien remató a placer y no celebró el gol antes su ex equipo. El cuarto y el quinto fueron obra del genio rosarino. Uno tras una combinación con Neymar, que le puso el balón al segundo palo para que la empujara a placer, y el otro, apoyándose en igualmente en el brasileño que le devolvió una pared a la frontal desde donde Leo ajustó al palo de Beto. Manteo de los compañeros, felicitación en el marcador y ovación atronadora del Camp Nou. Vendaval de fútbol azulgrana, victoria balsámica y goleada incontestable (5-1). Todavía le queda al Barça para llegar al nivel del Madrid, aunque en puntos, sólo está a dos. Queda mucho, todo puede pasar...


MADRID: Resultado engañoso en Ipurúa. El Madrid fue muy superior y justo vencedor, por supuesto, pero pudo haber marcado algún gol menos mientras que el Eibar mereció alguno menos. No hicieron los de Ancelotti su partido más brillante, pero sí lo dominaron de principio a fin y lo ganaron con autoridad. Lo que tocaba, ni más ni menos, La primera y sorprendente (cada vez menos) apuesta del técnico italiano, fue dejar en el banquillo a Khedira y concederle a Isco (un mediapunta al que ha 'enseñado' a defender hasta el punto de hacerlo válido para jugar de mediocentro) la responsabilidad de sustituir al lesionado Modric en el once inicial. Y le salió bien, como le salen casi todas. El de Arroyo de la Miel es un futbolista nuevo. A sus espectaculares condiciones técnicas y notables cualidades físicas, ha aunado una capacidad de trabajo pocas veces vista en un jugador de su talento y acostumbrado a jugar en otra posición. Pero esto es el Madrid, donde la calidad sobra y la competencia es feroz, y el malagueño ha entendido que para jugar tiene que correr. Así como el resto de 'jugones' del centro del campo merengue, que han conseguido que no se eche de menos a Xabi Alonso. De una jugada por banda derecha vino el primer gol. Cristiano y Benzema pudieron incurrir en un doble fuera de juego que el árbitro no pitó, el balón acabó por caerle a James en el segundo palo y allí el colombiano lo aprovechó para adelantar a los suyos. Poco después, ocasión para los locales y parada salvadora de Casillas. Y acto seguido, CR, el de siempre, aprovechaba un centro de Carvajal desde la banda derecha para poner tierra de por medio. Así nos fuimos al entretiempo. En el segundo acto, un 'quiero y no puedo' de los armeros que se vio respondido con el tercero de Benzema y el cuarto de Cristiano, de penalti, para cerrar una nueva goleada (0-4) Gol número 20 del crack de Madeira en 11 partidos jugados de los 12 que se han disputado, casi a dos por encuentro, una locura. El Madrid ahora mismo da la sensación de ser una máquina perfecta e imparable, pero ya sabemos que este es el deporte de las sorpresas...


A DESTACAR: El Levante se llevó contra todo pronóstico el derbi valenciano en el Ciutat, rompiendo una gran racha del conjunto de Mestalla (2-1). El Rayo hizo 'Bueno' su único gol en Vallecas para llevarse un triunfo importante en lo numérico y prestigioso en lo futbolístico ante el Celta (1-0). El Córdoba sigue sin ganar; ante un rival directo al que llegó a ir venciendo por 0-2, el Elche, acabó cediendo el empate (2-2). El Athletic sigue con su resurrección deportiva y remontada clasificatoria después de imponerse por 3-1 al Espanyol en La Catedral.

domingo, 23 de noviembre de 2014

'GOLEO' MESSI

Felicidades, querido lector. Estás de enhorabuena. Da igual que Leo no sea tu ídolo y poco importa que no seas culé. Si me estás leyendo, es porque eres futbolero. Y si eres uno de los auténticos (si no lo eres este no es tu sitio), estarás contento. Porque has vivido un momento histórico de nuestro deporte. Probablemente seas español o residas en España. Pero si no, da igual, porque lo más importante es seguro: eres seguidor de La Liga. Y como tal, has de saber que anoche pudiste presenciar un instante único en los 85 años de historia que tiene esta competición. Una fortuna que seguramente no tuvieron tus tatarabuelos, ni bisabuelos, ni todos sus coetáneos futboleros. Probablemente, tampoco tus abuelos. Posiblemente, ni siquiera tus padres...


Algunos -unos pocos elegidos en este país de fanáticos, a decir verdad-, tenemos la suerte y/o la capacidad de ver el fútbol por encima de nuestros colores. Por eso damos importancia a los logros de los equipos y de los futbolistas independientemente de los escudos y los nombres. Y lo que pasó anoche en el Camp Nou es historia viva de nuestro fútbol. El 22 de noviembre de 2014, será recordado en el imaginario futbolístico como el día en el que Lionel Andrés Messi Cuccittini se convirtió en el máximo goleador de la historia de la liga española. El récord del mítico Telmo Zarra (que da nombre al trofeo de máximo goleador nacional cada temporada), por fin cayó. Su registro estaba en 251. El de Messi, antes del partido, algunos lo situaban en 250 y otros en esos 251, empatado con el histórico ariete vasco. Leo no quiso saber de polémicas. Después de amagar con superar el récord dando cuatro 'palos' en los dos últimos partidos, ayer se tomó la revancha a lo grande, como es él, a su estilo, fiel a su trayectoria, siendo más decisivo cuanto más importante es la cita. Para unos, metió el 250, 251 y 252. Para otros, el 251, 252 y 253. Para unos y para otros, un hat trick de golazos. PARA TODOS, NUEVO RÉCORD.


Se dice que saber de fútbol es saber de jugadores. A mis 32 años y de los considerados '4 grandes', a Di Stéfano, Pelé y Cruyff sólo he podido disfrutarlos en vídeo. Y a Maradona, no llegué a verlo en su plenitud. Algún día publicaré y argumentaré 'mi once de todos los tiempos', sólo de los que he visto jugar en directo, claro. Hasta entonces, una breve reseña de los que más me han marcado y por qué:

Hristo Stoichkov: Mi ídolo de la infancia, por su estilo de juego y sobre todo por su carácter, era el espíritu ganador del Barça de Cruyff, el Dream Team que hizo que me enamorara de este juego.

Romário Da Souza: Probablemente, el mejor definidor de todos los tiempos, letal frente al portero. Nadie ha acertado tanto como él en el mano a mano; si recibía dentro del área, era gol.

Ronaldo Nazario: Seguramente el mejor '9' de la historia. Imparable. A diferencia de la mayoría, no necesitaba estar frente a la portería para marcar. Si controlaba con espacios, ya había peligro.

Zinedine Zidane: Sencillamente, el hombre al que mejor he visto jugar al fútbol. Dominaba todos las facetas del juego ofensivo. Técnicamente perfecto y estéticamente espectacular.

RonaldinhoFutbolísticamente insuperable y lo mejor que he visto, pero sólo entre 2004 y 2006. Le faltó profesionalidad para seguir siendo el mejor y continuidad para ser uno de los más grandes.

Cristiano Ronaldo: Muy dotado en lo técnico, espectacular en lo físico y ejemplar en lo profesional. El más grande de todos como deportista, una máquina de hacer goles y el mejor en 2008, 2013 y 2014.


Párrafo aparte para Leo Messi. Sin el carisma de Stoichkov, sin la precisión de Romario, sin la potencia de Ronaldo, sin la elegancia de Zidane, sin la habilidad de Ronaldinho y sin la fuerza de Cristiano. Pero el mejor de todos. El mejor en tanto en cuanto nos referimos al más decisivo y al más determinante. Al más influyente en el juego de su equipo. Al que hace ganar más partidos. Con sus goles muchas veces, con sus asistencias en no pocas ocasiones y con su juego siempre. Con su participación constante, con su ayuda en la zona de creación y con su inestimable colaboración en la elaboración. Incluso aquellos días en los que está 'desaparecido', hasta apático, con su nombre. Porque los defensas rivales saben que ese que deambula por el campo se llama Leo Messi, que no se le puede dejar solo ni un segundo y que no se le debe dar ni medio metro, con el consiguiente beneficio para sus compañeros de ataque y por extensión para su equipo...


Debajo de esta imagen irrepetida y probablemente irrepetible, la del único futbolista de la historia que ha conseguido poner de acuerdo a todos los culés sobre quién es el mejor jugador de la historia del club, vamos a desmontar algunos viejos mitos en torno al '10' azulgrana. Porque parece que, efectivamente, "una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad". Pero mientras tengamos internet de la que servirnos, existan archivos en los que buscar y haya gente valiente a la que agarrarse, al final la verdad siempre saldrá a la luz:



El primero de los mitos, precisamente, es el de que "le regalan los Balones de Oro". Bien. Vamos a empezar por el principio, 2009. Este año, nuestro protagonista no sólo ganó el 'sextete' (seis títulos, todos los que disputaba ese año), cosa que sólo sus compañeros de ese año han conseguido a lo largo de la historia del fútbol. Además, era la referencia indiscutible y fue decisivo en la conquista de todos los campeonatos. Osea, era el mejor jugador que había en el mejor equipo que existía. Indiscutible, por tanto. En 2011, volvió a ser el mejor de los mejores al ganar la Liga y la Champions, siendo además máximo goleador de esta última y protagonista de esa liga. Nada que objetar, por tanto. Y en 2012, aunque menores, siguió ganando títulos, volvió a ser el máximo artillero de la Copa de Europa, ganó el Pichichi de la liga estableciendo el nuevo récord en 50 goles, y, por si todo esto fuera poco, batió el récord mundial de goles en un año natural, dejándolo en la inalcanzable cifra de 91 entre su club y su selección nacional. Una vez más, incontestable.


Retrocedemos entonces 'al de la polémica', 2010. Este es el único que podría considerarse 'injusto', que nunca inmerecido. Porque MERECIDOS SON TODOS. Ese año, habría sido más justo que el ganador hubiese sido Xavi Hernández. Porque ganó lo mismo que Leo con su equipo y tuvo un papel igualmente protagonista. Pero además, a nivel de selecciones, fue el motor de la España campeona del mundo, mientras que Messi tuvo un mundial mediocre en una Argentina que cayó goleada en cuartos de final. Pero ese es un premio que no le 'regalaron' a Messi, sino que 'perdimos' los españoles. Los votos a los nuestros se dividieron entre un Xavi a todas luces merecedor del galardón y un Andrés Iniesta (como español y como culé pocos lo quieren más que yo), que ni mucho menos era acreedor de tal honor en ese 2010. De hecho, ni siquiera fue uno de sus mejores años; estuvo mucho tiempo lesionado, jugó menos de 30 partidos en la liga y marcó un solo gol en la temporada. Pero la gente sólo recuerda que era una de las figuras del gran Barça de Guardiola, que hizo un buen mundial con España, y sobre todo y por encima de todo, que marcó el gol de los goles, el de la victoria en la final, cuyos flashes acabaron por cegar a medio mundo. Pero no, ese año Iniesta no lo merecía. Aunque Xavi sí. Y de la división de votos entre uno y otro se benefició Messi, que, no obstante, era el mejor jugador del mundo en ese momento sin discusión. Nadie defiende más que yo que El Mundial es lo más grande que hay y que en el año que toque debe primar sobre el resto de competiciones a la hora de premiar al mejor jugador. Aunque siempre será mejor y más sano para el fútbol haberle dado ese premio a Messi por lo individual en 2010 que entregárselo a Cannavaro por lo colectivo en 2006. Y esa es la verdadera historia del único Balón de Oro discutible de Leo Messi...Primer mito desmontado.


"Un jugador que juega durante toda su carrera en el mismo equipo no puede ser considerado como el más grande". ¿Ridículo, verdad? Pues no deben ser pocos los que lo piensan, cuando tantos le critican eso al argentino. Así que nada de citar a Pelé, que no salió del Santos en toda su vida, como el más grande... Segundo mito desmontado.


"Un jugador que no ha ganado un mundial no puede ser considerado como el más grande". Otra tontería. Porque entonces tampoco puede entrar en la consideración de número 1 Di Stéfano, que ni siquiera tuvo la suerte de poder disputar un sólo minuto en un Campeonato del Mundo. Porque también Cruyff, que llevó a Holanda a la final del '74 siendo el mejor jugador del torneo, se quedó sin ganarlo...Tercer mito desmontado.


(Los 'amigos' de Pelé, sacan a relucir sus 3 mundiales, pero obvian que no salió de su continente, ni de su país, ni siquiera de su club. Los nostálgicos de Di Stéfano presumen de sus 5 Copas de Europa, pasando por alto que nunca fue a un mundial. Y los defensores de Maradona aseguran que ganó un mundial 'solo', pero parecen no recordar que en una década en Europa ni se acercó al máximo título continental. A Cruyff muchos menos lo consideran como el más grande, pero en cualquier caso, tampoco fue campeón del mundo. Messi ha sido 3 veces campeón de Europa y una vez subcampeón mundial. 'A los puntos', podríamos decir que es el mejor, empatado curiosamente con el último. Con la sutil diferencia de que 'el holandés volador' se retiró hace más de  30 años, antes de que Leo naciera, quien a sus 27, puede seguir aumentando su palmarés...)


"Un jugador que depende de Xavi e Iniesta no puede ser considerado como el más grande". Claro que no, pero es que nunca ha dependido. Sí que se ha visto beneficiado, por supuesto, por ellos y por jugar en el mejor Barça de la historia, que fue la base de la mejor Selección Española de todos los tiempos. Pero la gran mayoría de sus goles han venido precedidos de acciones individuales. Sobre todo de 'slaloms' entre varios defensas, también de muchos duros o sutiles disparos lejanos, algunas faltas directas y no demasiados penaltis...Y cuando ha tenido que asociarse, lo ha hecho con muchos y muy diversos jugadores: Henry, Eto'o, Alves, Villa o Pedro entre otros, han asistido al '10' blaugrana en infinidad de ocasiones, lo que demuestra su capacidad para combinar con diferentes compañeros. Para muestra un botón, el hat trick de golazos de anoche: el primero, falta directa a la escuadra; el segundo, en combinación con Neymar, y el tercero, en esa clásica jugada suya que arranca desde la derecha, se apoya en un compañero -otra vez el brasileño- que lo espera en la frontal, le devuelve la pared y define con precisión al palo largo. Y el rival era el Sevilla, no cualquiera. Iniesta, lesionado, ni jugó, mientras que Xavi no participó en ninguno de sus goles. Cuarto mito desmontado.


"Un jugador que se ha hormonado no puede ser considerado como el más grande". A estos 'enfermos' no debo dedicarles mucho tiempo ni espacio. Sólo decir que el tratamiento que recibió Messi, tan costoso en lo económico como doloroso en lo físico, y por el que cambió su vida entera a los 13 años (demostrando bastante más valor que Pelé en toda su carrera), le ayudó a solventar un problema de salud y de crecimiento. Pero cualquiera que tenga 'dos dedos de frente' sabe que las hormonas no te hacen jugar mejor al fútbol. Quinto y último ridículo mito desmontado.






Hace ya un tiempo, prácticamente a mitad de su carrera, el mediapunta argentino se convirtió en el máximo goleador de la historia del Fútbol Club Barcelona. Un club que además de ser uno de los más grandes del mundo, es centenario. Concretamente 115 años de existencia, que se dice fácil y pronto. Además, es el segundo máximo goleador de la historia de Argentina, lejos ya de Maradona y cada vez más cerca de Batistuta. La Copa de Europa, competición referente a nivel de clubes de la que recientemente también se convirtió en máximo goleador (empatando a 71 tantos con Raúl y Cristiano), tiene 60 años de historia. Antes de Messi, el equipo blaugrana la había ganado sólo una vez. A día de hoy, después de diez años con el '10' en sus filas, ya son 4. La Albiceleste, Bicampeona del Mundo, llevaba 24 años sin llegar a la final de un mundial. Con el rosarino, no perdió hasta la prórroga de la final un campeonato en el que la primera fase la resolvió ÉL SOLO con 4 goles en 3 partidos, fabricó el gol de Di María con el que se clasificaron para cuartos, empezó la jugada del tanto de Higuaín que dio el pase a semifinales y marcó en esa ronda uno de los penaltis que los llevaron hasta el último partido . Una vez más, datos que no se pueden discutir. Para mí ya es uno de los cinco grandes. Pero creo que cuando acabe su carrera será el más grande. Porque recuerden, 27 añitos...


A colación del súper record conseguido anoche, esto fue lo que primero que a un forofo 'merengue' con carnet de periodista se le ocurrió escribir: "Lo repito hoy: Cristiano enterrará en goles a Messi". Esto no se llama periodismo, se llama fanatismo. Y este tipo no es futbolero, es un simple ultra madridista. Pero para mi desgracia, representa la regla y no la excepción dentro de este periodismo de bufanda que impera en nuestro país. (Por cierto, teniendo en cuenta que Leo aventaja a Ronaldo en 55 goles y que es dos años y medio más joven que él, recojo el guante, acepto la apuesta y respondo: mientras Messi siga en el Barça, Cristiano nunca le superará).


¿Pero saben lo que les digo? Que estamos asistiendo a un momento histórico del juego más bonito que existe y que no me lo pienso perder por estas nimiedades de los colores y los escudos. El fútbol es mucho más que eso y está muy por encima de eso. Y pienso seguir disfrutando de los dos. Porque yo, como culé, pero primero como futbolero y defensor de la justicia, espero que Cristiano Ronaldo sea Balón de Oro de este 2014. Porque ha sido el mejor y se lo merece. Y me parecería bien, porque una diferencia de 4 a 3 es 'más real' que la de 4 a 1 que había hace un par de años. Ahora espero que Messi vuelva a ser el ganador en 2015. De hecho, voy a lanzar desde aquí un órdago: creo que Cristiano se retirará con 3 Balones de Oro y 6 Botas de Oro y Messi se despedirá con 6 y 3 respectivamente, justo al contrario. De esta manera, se retirarían como el mejor goleador de todos los tiempos y el futbolista más grande de la historia, que es lo que serían para mí.


Y cuando me pregunten mis hijos o mis nietos, si algún día los tengo, sobre mis futbolistas favoritos, les diré que Stoichkov fue mi ídolo por el espacio-tiempo en que lo descubrí, 'mi primer amor' futbolístico y eso no cambia. Les contaré que tuve la suerte de ver al 'futbolista perfecto', del que mejor se puede aprender cómo se juega a esto, que se pongan vídeos de Zidane, porque lo hacía todo bien. Y para acabar, les explicaré que mi comprensión del juego evolucionó al tiempo que el juego en sí, que no porque me haya tocado verlos -aunque en parte también-, coincidí en el tiempo con dos futbolistas superlativos: uno, Cristiano Ronaldo, que era un súper atleta, tan fuerte física como mentalmente, que a sus excepcionales cualidades innatas unía un trabajo incansable y una ambición sin límites que lo convertían en el mejor goleador del mundo del momento y -hablando de atacantes-estrella-, el mejor profesional de este deporte que conocí. Su ansia por superarse y por ser el mejor, lo llevaron a conseguirlo durante un par de años, en los que superó a un jugador de fantasía, que marcaba tanto como asistía, que jugaba donde, cuando y como quería, porque rendía de extremo y de interior derecho o izquierdo, de mediapunta o de delantero centro, ganaba partidos 'solo', manejaba el marcador a su antojo, aparecía en todos los grandes momentos, cambió la historia del club de su vida, le devolvió la grandeza a su selección y fue el mejor futbolista que nunca ví. Este último, se llamaba Leo Messi...



©Miguel Pérez Duque 2014 Todos los derechos reservados.