miércoles, 10 de diciembre de 2014

TRES GOLES DE LOS TRES SOLES


El Barça recibía en el Camp Nou al PSG, de largo el rival más fuerte del grupo, hasta el punto de ser su único verdugo en esta fase, en el primer partido. Fue superior, ganó y se clasificó como primero.


Luis Enrique sorprendió a propios y extraños, empezando por el entrenador rival, Blanc, que no se esperaba encontrarse con un 3-4-3, y acabando por su jugador Pedro, que no esperaría verse como titular en este encuentro. El futbolista canario había declarado recientemente que era complicado competir con el tridente Messi-Suárez-Neymar, y que por ellos debía aprovechar al máximo sus minutos. Sin embargo, el míster asturiano se las arregló para, en un sistema con tintes 'Cruyffistas' y reminiscencias del Ajax de Van Gaal, encajarlos a los cuatro en el mismo once. Formó el '7' azulgrana con el uruguayo y el brasileño la tripleta atacante, mientras que Leo hizo las funciones de media punta, Busquets e Iniesta jugaron como volantes con Mascherano protegiéndolos, y en la línea defensiva de tres se situaban Bartra como marcador derecho, Piqué como libre y Mathiew de central izquierdo. El alemán Ter Stegen volvió a ocupar la portería en lo que se confirma como una decisión definitiva: es el 'portero Champions' del Barcelona.




Salió el conjunto culé a un ritmo algo lento, si bien es verdad que el PSG estaba prácticamente metido en su campo y había pocos espacios. Sin hacer un fútbol brillante, los locales fueron intensos en defensa, dominadores en el centro del campo e intensos en ataque. No había disfrutado de grandes ocasiones, pero mandaban claramente en el partido cuando al cuarto de hora una jugada bien elaborada por el PSG la remató Ibrahimovic para convertir en gol la primera llegada de los franceses. Había que remontar. Apenas pasaron 4 minutos hasta que Mascherano metió un gran pase bombeado a la espalda de la defensa, y Luis Suárez  que sale casi a asistencia por partido, la ponía en el segundo palo sin dejarla caer para que Messi estableciera el empate llegando desde atrás. Seguía mandando el Barça pero de vez en cuando los parisinos se estiraban, como en un pase de la muerte que falló Moura o en un buen tiro lejano de Cavani que paró bien el meta barcelonista. En estas, y después de que Sirigu hiciera un paradón a disparo a bocajarro de Suárez, le llegó el balón en tres cuartos a Neymar, que condujo y aprovechando que nadie le salía al paso soltó un latigazo desde 25 metros que entró pegado al palo y a media altura. Así nos fuimos al descanso.


En la segunda parte, las fuerzas se fueron igualando ante el mayor desgaste de los locales y la mayor ambición de los visitantes, que sólo vieron frenado su ímpetu con las entradas de Rakitic, que sustituyó a un Pedro ejemplar en la batalla, (hasta el punto de llevarse una atronadora ovación del Camp Nou) y Xavi. Ambas incorporaciones le devolvieron la frescura y el control al Barcelona, y con él llegó la sentencia. Un pase interior del maestro Hernández para Neymar dejó solo al brasileño, quien intentó definir a un lado encontrándose con una buena mano del meta italiano, cuyo despeje cayó a pies de Suárez que sólo tuvo que empujarla para estrenarse como goleador en casa y sentenciar el partido (3-1).


Al final podemos decir que el Barça se mostró como un equipo sólido aunque poco brillante, que siendo superior al PSG (tal vez no tanto como indica el marcador), le ganó sobre todo porque los tres de arriba tuvieron su momento de inspiración. Y es que estamos hablando de los tres astros y de los tres soles. Del futbolista más grande del mundo, del actual Bota de Oro y de la estrella de la selección de Brasil. Posiblemente, la mejor delantera del mundo. Y con ellos, todo es más fácil...

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